jueves, 24 de mayo de 2012

Antonio Cabrera Perera: la energía de un octogenario


Antonio Cabrera Perera es un octogenario lúcido y con mucha energía. Docente ilustre, hombre locuaz cargado de anécdotas, galdosiano, ensayista, bibliotecario, escritor. En el Salón Dorado del Gabinete se reunió una parte de sus muchos alumnos, en la velada de presentación de su último libro, Divagaciones, Anroart Ediciones. Un acto muy concurrido, con elogios de alumnos que hoy son profesores distinguidos en niveles superiores de la enseñanza, con homenaje a la esposa que no pudo estudiar Farmacia porque su padre era de ideas recalcitrantes y no iba a permitir que una señorita se fuera por las buenas a Madrid, menudos tiempos aquellos.
Antonio Cabrera Perera disfruta una magnífica vista desde su despacho en su chalet junto al López Socas, su ordenador rodeado de libros y ediciones antiguas del Quijote, alguna tal valiosa como la de Dalí. A sus pies la ciudad, esa es la imagen que ilustra la portada de su biografía novelada. Porque hay que decir que se camufla tras un personaje imaginario para ir desvelando sus recuerdos, sus amistades, sus vivencias de tiempos tan distintos. Hay que tener valor para acomodar su luna de miel con María de los Angeles y encerrarse para preparar a fondo una oposición, que obviamente sacaría adelante.
Bibliotecario, erudito, ensayista, catedrático de la Escuela de Magisterio, director de la Normal y de la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado, fundador y primer director de la Biblioteca Pública del Estado, delegado provincial de Cultura, profesor de Filología de la ULPGC. Tanto escribe sobre las bibliotecas en Las Palmas como publica un estudio sobre Angel Guerra o estudia el deporte en los escritores de aquí, tanto habla de Canarias en el mundo clásico como del problema religioso y el sentimiento católico en Galdós. Sus cinco hijos y sus nueve nietos llenan la vida de la pareja. ¿Qué decir de este libro, abigarrado y entrañable como su propia conversación? Los recuerdos de postguerra, las pensiones de Madrid, la constancia del opositor, el triunfo. Profesor emérito, le quedan años de lucidez que a buen seguro aprovechará en nuevas y buenas publicaciones. Porque él es de esos hombres que no se rinden ni al paso del tiempo, hombre de humor, sobresaliente cum laude.

3 comentarios:

  1. D. Antonio Cabrera Perera ha sido un profesor ameno, de los que dejan un buen recuerdo. Una persona entrañable y una figura importante en nuestra cultura.
    Y ahora ha querido regalarnos estos recuerdos estos pensamientos, estas "Divagaciones" escritos con una gran sensibilidad y una narrativa descriptiva excelente. Mis felicitaciones y mi abrazo apretado.

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  2. Sí, Cabrera Perera ha dejado huella en la enseñanza, en las bibliotecas, en una labor de toda una vida. Admirables sus casi 83 años, tan fecundos y tan bien llevados. Rosario Valcárcel, como alumna suya, sabe bien lo que dice.

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  3. A mí no se me olvidan las largas charlas que mantenía con mi madre (son amigos de toda la vida y fueron compañeros de departamento en Filología). Recuerdo una en especial (de la época en que era director de la Biblioteca): yo, que por entonces era muy niña y acababa de salir del cole, debía de estar poniendo cara de "me aburro" e incordiando a base de bien, porque para callarme me regaló un libro ("Tistú, el de los pulgares verdes", Maurice Druon). Funcionó, no dije una palabra más.

    Un abrazo

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