lunes, 12 de noviembre de 2012

Edgar Allan Poe: el terror como solución


El terror como solución parece venir a pelo en el ambiente enrarecido que vivimos, de hecho en los últimos años las historias con los vampiros y los fantasmas llenan buena parte del ocio. Debe ser que las emociones fuertes, las sacudidas, las orgías de sangre y violencia, vendrían a significar una respuesta al caldo de cultivo de angustia, crispación y nihilismo que ha introducido la feroz crisis económica. Asimismo, podemos estimar que lo sobrenatural, lo mágico, lo esotérico y lo fantástico vienen a ser, asimismo, caldos de cultivo de videojuegos, comics y otros entretenimientos con gran éxito entre las masas juveniles y adultas.
Edgard Allan Poe, uno de los fundadores del cuento moderno, fue un hombre atormentado y genial. Un escritor que, por encima de todo, se exigió ser escritor en una época en que las editoriales no pagaban derechos de autor ¿de verdad los han pagado alguna vez con cuentas claras? Poeta, periodista, narrador, ensayista, persiguió la belleza a pesar de los muchos reveses que le dio una existencia tan atormentada como la suya, en la que figuran la angustia económica, el abuso del juego y del alcohol, así como los delirios mentales. Sus relatos de terror, detectivescos o de ciencia ficción, son tan potentes que no solo inauguran géneros sino que ejercen una gran influencia en la historia de la literatura universal, en cierto modo anticipan el vigor de las letras norteamericanas. Admiradores suyos son por ejemplo Baudelaire, Dostoievsky, Kafka, Lovecraft, Cortázar, Borges, Conan Doyle (el inventor de Sherlock Holmes) y un larguísimo etcétera.
Casi dos siglos después, Poe no envejece. Su empeño, tan iluminado, por subsistir exclusivamente en base a los ingresos de su obra literaria le costó innumerables disgustos y en cierto modo fue la causa que lo derrumbaría definitivamente. Una muerte demasiado precoz, a los 40 años, muestra su fiereza romántica, su afán por vivir frente a todos las prohibiciones de su época.
El inmortal autor del poema El cuervo, el genial escribidor de El escarabajo de oro, el autor de relatos breves tan sublimes como El barril de amontillado, Manuscrito encontrado en una botella, Berenice, Ligeia, Los crímenes de la calle Morgue o Conversación con una momia es una autoridad cuya obra no pasa de moda, y da pie a continuas adaptaciones del cine y la televisión.

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