lunes, 1 de abril de 2013

Die Welt nos considera tercermundistas

 J.M. Balbuena Castellano

El diario alemán Die Welt (El Mundo) decía hace unos días que “la corrupción en España es comparable a una dictadura del tercer mundo”. Agregaba que parte de la crisis de nuestro país  se debe a la corrupción política existente. No es nada nuevo para nosotros. En la misma cesta introduce a todos los países del sur de Europa: Italia, Grecia, Chipre, aunque se olvida de Portugal, considerada hoy en día como una de las  naciones más pobres de la Comunidad Europea, con grandes niveles de desempleo, corruptelas, sueldos muy bajos y hambre en ciertos sectores de su población.
El diario alemán, tan sensacionalista como su homónimo español, y no dispuesto a rectificar, (como éste),  cuando se equivoca, destaca que en los mencionados países mediterráneos se observa un ”marcado tono anti-alemán, y anti-Merkel” en las manifestaciones callejeras, bien cuando se produce un rescate, o por cualquier otro motivo relacionado con la crisis. Subraya que las protestas del Sur de Europa le parecen “indecentes”. A mi lo qe me parece indecente es la estrategia desarrollado por nuestro gobierno para acabar con la crisis y el desempleo.
Según Die Welt  se ha tomado a los alemanes como “chivo expiatorio” de los problemas españoles, cuando en realidad el enemigo lo tienen en su propia casa, en la que abundan “los políticos sin decencia”, la irresponsabilidad, y el  despilfarro y donde se producen casi a diario actuaciones gubernamentales,en diferentes órganos de la Administración, e incluso empresariales, que son consideradas antisociales y que atentan contra los servicios públicos fundamentales, la estabilidad en el empleo, las garantías jurídicas para los inversionistas y el propio estado de derecho.
Al margen de la crisis globalizada que afecta a casi todos los países del mundo, que tienen diversas causas como las burbujas inmobiliarias, la avaricia  de las entidades financieras, o la ambición de muchas multinacionales sin otro objetivo que obtener ganancias al coste que sea y sin la más mínima consideración a las personas y al medio ambiente, el periódico germano asegura que parte de esta situación en España y países de iguales comportamientos, se debe especialmente a la falta de cultura política de la población de estas naciones y a la inmadurez de la mayoría de los políticos españoles en cuestiones democráticas..
En los medios de difusión de los países europeos considerados “como serios y responsables” surgen cada vez con más frecuencia  todos esos “affaires” que son titulares de la prensa española, como los casos Bárcenas, Gürtel, Matute, Pons, Fabra, los ERES andaluces,  la evasión fiscal, la economía sumergida, la falta de una política migratoria más controlada,  el blanqueo de dinero  o la financiación ilegal de partidos.
Tampoco entienden que algún miembro de la Fiscalía Anticorrupción obstaculice la investigación de la financiación ilegal del PP, (o de cualquier otro partido) en lugar de denunciarlo. La imperfección de nuestro sistema jurídico (las encuestan señalan que la Justicia española no funciona, o lo hace tarde) también facilita que muchas actuaciones políticas equivocadas queden sin castigo y en la impunidad, lo que induce  a los corruptos  a dictar leyes que los amparen, o les permitan la continuidad de sus actividades.

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