miércoles, 3 de agosto de 2016

Más Pokémon, menos sexo

Las relaciones sexuales ya no son prioritarias para los jóvenesSe les llamó «ni-nis», despreocupados, irresponsables, faltos de compromiso y de objetivos. Pero la realidad parece estar demostrando lo contrario. Los conocidos como «millenials» o generación «Y», es decir las personas nacidas entre 1982 y 1999, no solo están más informados y concienciados respecto a las consecuencias de sus actos que la generación anterior. Además, salen menos y tienen menos relaciones sexuales que sus predecesores, la llamada generación «X» (nacidos entre 1965 y 1981). Así lo señala un estudio de la Universidad de San Diego que ha recabado información de ambas generaciones (más de 26.707 voluntarios) y que concluye que el 15% de los jóvenes de entre los 20 y los 24 años no tiene pareja sexual desde los 18 años, mientras que en la generación «X» el porcentaje era del 6% cuando tenían la misma edad.

La gente pasa mucho más tiempo "online" que interactuando cara a cara. Los jóvenes tienen más estímulos sin moverse de su casa. Antes, tenían mayor necesidad de explorar su sexualidad porque era síntoma de su madurez. Hoy es al revés, hay una huida de la madurez y la sexualidad puede ser un mecanismo que quieren evitar. Juegan al Pokémon porque así no se exponen y no sufren», explica Alfredo García Garate, del gabinete de psicólogos Blázquez y Gárate. El experto también apunta a una falta de autoestima en los jóvenes que puede llevar a evitar enfrentarse a una relación. Otra de las explicaciones se debe a un acceso más libre a contenidos pornográficos. ¿Por qué el sexo antes llamaba la atención? Porque estaba prohibido. En los años 60 la gente se iba a ver cine erótico a Perpiñán, lo que pasa es que ahora se ha quitado el velo y no llama tanto la atención», explica el psicólogo José Elías Fernández.

Alexandra tiene 27 años y asegura que es evidente el exceso de estímulos que la rodea y que explica, en cierta forma, esa actitud más asexuada de su generación. «Se han diversificado nuestros intereses. Ahora, tener una pareja estable con la que probablemente podrías tener más sexo, ya no es algo importante. Al final, los encuentros se reducen». «Con mi edad antes ya estabas casado, ahora no puedes irte a vivir con tu pareja hasta los 30 y eso seguramente influye. Aunque aún así, no me casaría ni loca ahora mismo», reconoce Ángela, de 23 año. Los jóvenes se van de casa cada vez más tarde porque sus trabajos no les permiten independizarse y, lógicamente, llevar el novio o novia a casa no siempre es una buena opción. «Mi chica tiene casa, yo no. Es decir, que puedo quedar siempre que ella pueda. No tengo coche y es otro sitio que perdemos... El espacio lo veo importante», explica Álvaro, también de 27 años. La gente joven está más concienciada respecto a su seguridad, y además destaca la importancia que ha ganado el trabajo sobre todas las cosas. Los «millenials» son más individualistas. «No quieren compartir, no buscan relacionarse». Al margen del número de parejas o de encuentros cabe preguntarse qué se entiende por una relación sexual «normal» o cuántos encuentros son necesarios para ser feliz. Un estudio publicado en «Society for Personality and Social Psychology» ya anunciaba que no es necesario tener sexo todos los días para estar pleno. «Cada pareja establece su frecuencia. Lo más importante es la intimidad, disfrutar el uno del otro... no el encuentro sexual per se», concluye el sexólogo Bernardo Stamateas.
 
(J. G. Stegmann, en ABC)

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